sábado, 23 de julio de 2016


BENDITO MAR

El mar embravecido ruge ansioso, encrespándose entre las olas acariciadoras que en sus blancos encajes, elevan un himno a la natura.
A lo lejos, el sol se mece observadoramente, retratándose en el espejo de sus aguas saladas, brindando esplendorosa belleza mientras yo me quedo enmudecida, para no romper la magia del momento.
Diviso embarcaciones con pescadores meciendo sus atarrayas para sacar los peces que alimentan.
En sus bríos y fuerzas, se destaca la piel bronceada por la vida marina.
La fresca brisa transporta los olores característicos filtrados en la respiración.
Las gaviotas vuelan en derredor, despidiéndose por su pronta emigración.
Oh mar querido, remanso dulce, constante inspiración, recuerdos para el ornato: caracoles, conchas, palitos secos, piedras brillantes y encendida arena.
Mar lastimado por la daga cruel de la inconsciencia, la desconsideración que arrastra hacia la orilla el producto constante de la contaminación. 
Mis ojos se humedecen por la industrialización en pos del progreso; y en contraste, para las especies animales la causal de extinción.
Tantas maravillas, misterios, bellezas, igual que del hombre, inclemente, abuso, males que divisan en la realidad, expertos nadadores y estudiosos buzos. 
¿Cuándo aprenderemos a respetar tus espacios? a entender la magia de tu gran poder?, a verte abrazado por el mismo cielo, a ser del amor, el testigo fiel y del hombre triste, el fugaz consuelo?.
¿Cuándo aprenderemos que sin ti, no hay vida, que en tu superficie también hay maldad,  porque el ser impío con sus ambiciones, ve en el contrabando, su seguridad, o cuando los buques sobre ti estallan sus armas de fuego, cargadas de angustia, del susto que aterra, por fines y objetivos que algunos se trazan  entre las constantes y funestas guerras.
Oh mares queridos por su inmensidad, muestra fidedigna de la creación, te brindo el sentir de mi poesía y con ella el sello de la admiración!.

Trina Leé de Hidalgo
Derechos reservados








AZUL COMO LOS SUEÑOS

Azul como los sueños que me llevan a ti,
se difunden en las olas marinas,
se elevan hacia las nubes difusoras,
para retornar a mi mente al no encontrarte nunca.

Verde en las hojas lanceoladas de las elegantes
palmeras 
igual que el color de la esperanza que en mi dormita 
como una semilla que apenas empieza a germinar.

Brisa salada, acariciarte y fresca
que imaginariamente, roza mis mejillas 
con tus besos marchitos por la muerte, 
traicionera, hiriente, en sorpresivo ataque.

Arena que mis pies calientan mientras ansiosa busco
la forma de tus huellas imperceptibles ya,
esfumadas por el latigazo del tiempo.
Olas embravecidas en agitar constante 
transportando en el eco
el clamor de tu ausencia
en esta soledad.

Trina Leé de Hidalgo
Derechos reservados






ARPEGIOS


El hombre es un eterno caminante, en una constante búsqueda,  integrado igual que la música, a sus maravillosos arpegios, tan íntimos como sus propios sueños.
E igual que ella, vibra perdiéndose su sonido en el eco y el espacio.
El en esa afanosa voluntad, lucha, persiste,  y deja escurrir entre sus dedos los anhelos que su mente amarra para apreciarlos como la sonoridad  de instrumentos musicales.
 Hombre y melodía conforman una comunión espiritual y ambos crecen cuando el arte es dominio y una sensible forma de expresar lo que el  alma acuna.
Y en las tardes serenas, bajo el límpido cielo, hombre, músico, artista, persiguen horizontes, alcanzan derroteros, se plenan de emoción y cumplen ilusiones, en acentuado vuelo.


Trina





AL GUERRERO TUPAC  AMARU II
I
Tu origen se mece en los tupidos bosques.
El eco pulula tu historia, discurriendo en el tiempo que te honra
Como el laurel a la frente, el himno a la patria,
El arrullo de la madre al tierno infante.

El pasado pregona lo que no tiene olvido,
Hazañas prodigiosas  convertidas en puentes
Donde se estancaron las derrotas y avanzaron los triunfos
Como magistral lección, ejemplo, paradigma.

Los tambores resuenan con la fiebre del costumbrismo
Y de esa original raza ancestral que los hombres de hierro
Violentaron descaradamente.
Miles de razones sustentaron la ardua lucha
Y el grito de protesta se desplegó en las armas,
En los rostros pintados, en las ágiles danzas
Que sirvieron de preámbulo para conquistar   la propia libertad.

II
Y tu, ardiente revolucionario del continente americano,
Con mirada de águila y férrea voluntad,
La piel curtida al contacto con la naturaleza,
Figura elegante de singular belleza,
De corta vida y prolongada justificación.
Guerrero feroz desde  el Río de la Plata hasta el propio  Perú,
De refinadas vestimentas,  rebuscador de sus orígenes y dialecto,
Primer independentista por su raza y libertad
Cuyo grito fomentó la maldad del invasor.

Por ti se elevan cánticos de alabanzas
Ante el arrojado valor
Que hoy llena a nuestra raza
De laureles y honor.
Por ti, surgió la peruana identidad nacional
Y por eso, permaneces reivindicado
En el imaginario popular.
Por ti, vibran mis versos ofrendados a tu valentía.
Se eriza la piel
Y se llena de orgullo, el alma mia.

Tu prosperidad igual que la de Bolívar
No fue motivo de la ostentación.
Tus ideales se inclinaron por las causas mas justas
Librando a los nativos de maligna opresión
Que a ti también te tocó directamente
Cuando rechazaron tu real linaje Inca.

Repicaron las campanas  celebrando tu captura
Pretendiendo que hablaras;  vilmente te asesinaron
Entre horribles torturas.
No sin antes  presenciar la muerte de familiares y de fieles seguidores.
En esta historia tan fuerte que por las venas se cuela
Y en la memoria pernocta como centro del odio e injusticias,
Tu esencia se torna símbolo para difundirla al mundo entero
Y enseñar tus hazañas  desde el  hogar y la escuela.

Trina Leé de Hidalgo

Derechos reservados





A LA VERA DEL CAMINO


Los lirios ondulantes se inclinan sigilosos
en ofrenda radiante a la natura
su blancor pigmenta el amplio espacio
y extasiada me lleno de gozo
ante tanto prodigio magistral
y la abundancia en el colorido.
Todo se torna haces de luz
cuyos resplandores  dan mas brillo a la mirada
y surge una expansión en el pecho
que se abre como rosa lozana en primavera.
Arpegios, deleites sublimes,
arco iris en total policromía,
crepúsculos encendidos revestidos
 de encendido naranja,
vuelo ondulante cual blanca paloma
que se regocija en el  horizonte,
inicia igualmente,

el alma mia!.

Trina



A GABRIEL GARCÌA MÀRQUEZ

Nostalgia pende en el aire. Existe un silencio augusto. Las tórtolas agitan sus alas, suavemente, mientras tus versos se van difundiendo en el espacio infinito, convertidos en ecos, en luciérnagas, en ágiles mariposas, hasta reposar en el concierto de los grillos.

El poeta nunca muere porque queda estampado entre las rimas, en sus ideas volcánicas, en sus latires profundos, sus meditaciones permanentes, en la sonrisa que despiertan sus ideas o en el llanto desgarrado que le roba la sublime inspiración. En ese laberinto de  sentimientos que conducen a la compenetración espiritual, a la comuniòn con Dios por ser el que nos otorga el privilegio de ser  amantes cultivadores de la poesía.

GABO, no es el final de una época, es solo el principio de tu gloria, de la majestuosidad de tus impresionantes letras que recorrieron el mundo e incitaron a la lectura, al conocimiento de raíces, tradiciones, aconteceres y hechos de personajes simbólicos.

Hoy tu lira descansa, mas no las huellas de tus manos  en tu extensa producción literaria. Fusionaste de la fe, los milagros, de la creación, los hechos sobrenaturales, de la existencia: la cotidianidad, de los países, su realidad política.

Ahora vuela GABO, vuela, hacia la inmensidad de lo que es misterio, hacia las dimensiones inexploradas por los que estamos vivos, escóndete entre las nubes, acaricia los rayos del sol, retrátate  en el espejo escarchado de las estrellas y desde allá, deja que nosotr@s sigamos difundiendo tu obra colosal.

Trina Leè de Hidalgo
Derechos reservados







A CESAR  VALLEJO

Poeta y escritor peruano
de gigante obra para  la  historia.
Volaron en la agilidad de tu mano
versos hermosos que forjaron gloria.
Del siglo XX mayor poeta innovador
máximo exponente de poéticas letras.
Tus palabras desgranaron sentimientos
en musa que ansiosa despierta
a revelar lo interno de la sublimidad,
convirtiendo las ideas en dulce aliento.
Poemas, narrativas, estampas y relatos,
prosas, novelas, periodismo, traducción y docencia,
desde antes de partir de tu patria querida
para radicar en otros países, con tu don y tu ciencia.
Te invadió la protesta en el ramo social,
al sentir como propias las ajenas penas
en esa alma sensible del que constante escribe
y enciende la pasión en sus fluidas venas.
Posición ideológica, profundidad humana,
desde que María Rosa te partió el corazón
y pensaste morir entre intenciones vanas
logrando con el tiempo, descubrir la razón.
Muchas vicisitudes te atacaron
 para hacerte crecer en el dolor
pero se impuso tu criterio sano
y la fuerza potente del amor.
Incursionaste en política, sátira, el teatro,
sucesos cotidianos, vida aldeana y familiar,
justificando tu existencia productiva
con todo lo que pudiste  obsequiar.
Ausente, Bordas de hielo, Capitulación,
El pan nuestro, El poeta a su amada, Romería,
Deshojacion sagrada, Deshora, Desnudo en barro,
forman parte de tu hermosa poesía.
Rindo tributo a tu digno ejemplo,
 a tu incansable trayectoria literaria.
Brindo por ti; en tu sagrado templo
de notas de arpegio y melodía!

Trina Lee de Hidalgo
Derechos reservados
Araure Estado portuguesa. Venezuela









A  mi maestra

Ya se fue mi maestra,
la luz de mis auroras,
la que tejió mis sueños
y la rima devora.
La recuerdo en el aula,
afanosa, constante,
vibrando en su mensaje,
la risa rutilante.
La mano hábil volaba
sobre la cartulina,
en ella se estampaba
su chispa peregrina.
Sobre el árbol frondoso,
hermoso, colosal,
fue prendiendo una Orquídea,
nuestra flor nacional,
y en la copa, trinando,
con su gran colorido,
entre ramas alegres,
le dibujó un Turpial.
El árbol corpulento
lo bañó el astro rey
y en trazos amarillos,
se volvió Araguaney!.

Trina Lee de Hidalgo




                                                    






                                                       Va y Viene

El pasado va y viene.
Tiempos que dejaron huellas
en la senda existencial,
vivencias placenteras,
alegrías y tristezas
en ese libro abierto
forjado en el enseñar.

Las modas que hoy se repiten,
el recato en el andar,
los valores y virtudes
que toda persona digna,
se gozaba en practicar.
La sonrisa abierta y franca,
solemnidad en el saludo
escudado en respetar.

Visitas donde la urbanidad 
era muestra que indicaba
nuestra buena educación,
cero palabras obscenas
ni estar entre adultos
ni en su conversación.
Era algo prohibido,
pues no se tenía derecho
a brindar nuestra opinión.

Los paseos a la plaza
o al cine corralón,
con películas en blanco y negro
que eran una sensación
por la humildad y sencillez
con que a diario se vivía,
por eso, era extraordinario
cuando llegaba una tía.

Los juegos de porcelana china
y las muñecas de trapo,
las rondas en las escuelas,
los cofrecitos musicales
con su alegre bailarina
exhibiendo lentejuelas.

El enamorado solo
o el que era correspondido
sólo con tiernas miradas,
los besos de piquito
que se daban a escondidas
cuando la madre solía
levantarse del sofá
que estaba en la amplia sala.

Tiempos de candor e inocencia.
Televisor blanco y negro
si es que tenerlo podías.
!Cómo han cambiado los tiempos!
Hoy hay mucho desamor,
sufrimientos y  rencores,
a pesar de tanto avance

en ciencia y tecnología!.

Trina Lee de Hidalgo




CANTO ABORIGEN

La YAGUA es una  palmera,
también se llama COROBA.
El PIJIGUAO, nos da frutos,
el PARATURE, madera.
 La INDIA carga a su niño
 en las largas caminatas,
con la faja o GUENEPE
y vistosas ALPARAGATAS.
Amortigua el apetito
viendo parajes ignotos,
mientras saca de los ríos
 el popular MOROCOTO.
Los YANOMAMOS cantan
esa melodía que hechiza,
desde pequeñas CURIARAS,
embarcación enteriza.
 Las FLECHAS con el CURARE
son sus armas protectoras
y los peces van sacando
 por el extenso AMAZONAS.

Trina








POEMAS





 12 DE OCTUBRE


Me hierve la sangre, palpita en las venas,
la sangre mestiza con raíz de  indio.
Y en vuelo al pasado, me enclaustro en los hechos
 que lo convirtieron en un      fugitivo
 desandando rumbos de su mismo lecho.
El suelo materno que vio invadido
 cuando se asomaron los hombres de hierro
 con su poderío a tomar lo nuestro,
 despreciando al hombre que vivía tranquilo en su sano ambiente,
 rumiando sus sueños.
Y los prepotentes le dieron epítetos:
pobres ignorantes, bestias, despojos humanos!.
Y el indio en las noches contemplaba el cielo,
rodaban las lágrimas por la incomprensión
de esas actitudes de los invasores 
que trajo en sus barcas Cristóbal Colón.
Pasaron los años, creció la injusticia y la explotación,
por puro capricho, instintos bestiales, codicia suprema, sueño del Dorado,
 decreció veloz nuestra población.
Se imponían las fuerzas, las ansias, poder,
 contra los Caciques que valientemente,
 defendían con furia, hasta estremecer!.
El grito de guerra se rompía en el eco.
En la tierra áspera, pasos sigilosos.
Los  fuertes ardiendo, silbatos de flechas.
Venganzas horribles, afán tormentoso.
Es lucha constante sin respuesta alguna:
olvido, miseria, cruel indiferencia,
Pasó en la Conquista, Colonización,
en las Encomiendas y en la Independencia.
Los grandes cacaos se dieron la lija de vivir a costa de la humillación.
Y el siglo XXI en mi Venezuela, ahora le brinda consideración.
Mucha importancia se le da al orgullo de tener las venas con la sangre india:
Ya no hay abandono, si  misma condición.
Aunque vuelva el Dorado, despertando ansias a colmar fronteras con nueva invasión
Ya en los YANOMAMIS no se repite el cuento
que trajo a la historia Cristóbal Colón.


Trina Lee de Hidalgo